Los juegos de carreras cuya cámara está basada en la tradicional vista cenital acostumbran a ser tan divertidos como adictivos. MiniOne Racing es una gran prueba de ello.
En la sencillez de este juego radica su éxito. El control puramente arcade permite disfrutar de él tanto a adultos como a los más pequeños de la casa. Los protagonistas son coches de pequeñas dimensiones que tendrás que controlar a través de sinuosos circuitos.
La mecánica recuerda en cierta medida a la saga de Micro Machines. Los escenarios cuentan con innumerables detalles, estando todos ellos diseñados con unos colores muy llamativos que congenian a la perfección con el estilo del juego.
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